Luces de Navidad

En los últimos años ha sido sobresaliente la multiplicación de luces en las celebraciones festivas, especialmente para conmemorar la Navidad. Hay ciudades como Málaga y Vigo que han conseguido merecida fama. Me gustaría llamar la atención sobre un defecto que veo en todo este derroche, al que se han sumado las administraciones locales con entusiasmo. Solo veo guirnaldas, lazos, flores, estrellas, bolas, paquetes- regalo, y un sinfín de motivos excepto el que da nombre a las fiestas: el nacimiento de Jesús en Belen. Hay que tener suerte de ver un pesebre, no digamos un nacimiento completo de luces, unos Reyes Magos, unos pastores, mula o buey. Es así como se pierde el origen de las fiestas, es así como se pierden las tradiciones. Responde a una moda que inauguró Alberto Ruiz Gallardón en Madrid en 2003-2004 y desde entonces toda España le ha seguido, conscientemente o no para borrar la Navidad, su verdadero sentido cristiano y la representación en luz de lo que se celebra. Él ordenó engalanar la Gran Via y Alcalá de letras iluminadas, símbolos de idiomas extraños. La excusa fue que la Navidad es una fiesta universal. La memez también.