Los últimos días de Napoleón

    27 ene 2024 / 09:39 H.
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    La misteriosa muerte de Napoleón surge como un enigma envuelto en la niebla del tiempo. Tan solo hay que darse una vuelta por los intrincados caminos de la historia, para llegar a esta conclusión. Se rumorea que el emperador fue víctima de un letal veneno: arsénico. Lo que nos deja a pedir de boca una apasionante trama digna de una novela policíaca. ¿Fue una conspiración bien urdida o se trató de algo más prosaico? Las sombras de la sospecha aún persisten a día de hoy. Quizás la grandeza de Napoleón también alcanzó a sus enemigos, entre los que encontramos a sus captores, el gobierno británico, quienes, en lugar de enfrentarse cara a cara con él, podrían haber optado por la sutileza del veneno para acelerar su encuentro con Dios. Ironías de la historia, donde las batallas son libradas con sustancias letales en lugar de cañones. Mientras el arsénico silenciaba al conquistador de Europa, la alta política tejía un sutil tapiz de intrigas. En última instancia, la muerte de Napoleón se convierte en un recordatorio de que, incluso en la grandeza, la fragilidad persiste, y las maquinaciones pueden ser tan incisivas como el filo de una espada. Así que no descartemos el rumor y escribamos la novela.

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