Los puercos en el rastrojo

Hace unas semanas podíamos leer en Diario JAÉN que en el Ayuntamiento de Bailén, los concejales socialistas y comunistas se oponían a la autorización de esa alcaldía para la instalación de una granja de cerdos, con 2.880 cerdas de cría y lechones de 20 kilos, en terrenos rústicos entre Bailén y Baños de la Encina, cuyos alcaldes también son reticentes. Sólo ven efectos negativos para la salud pública, el medio ambiente y el bienestar animal: purines, olores, moscas, ruidos, contaminación del subsuelo, animales hacinados, y un largo etcétera. ¡Luego se comen de primera calidad jamones, chuletones y solomillos! Hace décadas en los pueblos algunos niños hacían de porqueros, llevando a los puercos por rastrojos para su alimento de pajas y granos. Muchos de ustedes recordarán criar uno o dos marranos en las zahúrdas y corrales hasta la matanza. Como ya no se crían cerdos en las casas de los pueblos, necesitamos granjas de animales asistidas perfectamente por profesionales para el consumo humano. Una granja de cerdas ofrecería muchos puestos de trabajo en Jaén, ampliables en dehesas y subproductos. Menos importación de otros países, más productos autóctonos.