Los pies en el suelo

He determinado que lo más urgente en este mundo es crear suelo. Como ferviente devota de la solidez científica, voy a probarlo con datos. Un metro de suelo fértil sustenta el 87% de las formas de vida del planeta (microbios, bacterias, hongos, animales, humanos, vegetación) y a su vez contiene la mayor concentración de especies por metro cúbico: 10.000. En los últimos cuarenta años hemos perdido un 40% de esta tierra. Las Naciones Unidas dicen que apenas nos quedan cien cosechas, lo que significa cincuenta años de agricultura; después, no tendremos suelo para producir alimentos. Para preservarlo bastaría con agregarle contenido orgánico, dejar de removerlo, de echarle fertilizantes químicos y disminuir el consumo de carne pues el 77% de la agricultura en el mundo es para la cría de animales y su alimentación. El problema es que el 95% de la población mundial no tiene conciencia de este desastre ecológico. Un planeta consciente no crearía una nueva selva porque eso requiere milenios de trabajo, pero avanzaría hacia una agricultura basada en árboles (como en nuestra provincia, pero con más de diversidad). Quizá así el porvenir no sea como la utopía, un lugar donde nadie quiere vivir.