Los otros congresos

20 feb 2017 / 10:35 H.

Cierto es que todavía no hay candidatos para presidir el Partido Popular en Jaén. Habrá que esperar a que el congreso esté convocado para comprobarlo. Todo llegará. Es solo cuestión de tiempo. Y, precisamente, el tiempo dirá si son dos los que, finalmente, se puedan considerar eso, candidatos. Lo que sí se conoce es que, por el momento, ya hay dos cartas puestas encima de la mesa política. Un alcalde de un pueblo y un secretario de Estado aspiran a liderar una organización que en la provincia cuenta ni más ni menos que con dieciocho mil militantes. El sector crítico, abanderado por el porcunense Miguel Moreno, quiere democratizar el partido, municipalizarlo y, sobre todo, renovarlo. El oficial, que encabeza José Enrique Fernández de Moya, aboga por la estabilidad y la continuidad como principales avales para salir reelegido en el que será su quinto congreso.

Entre bambalinas se suceden las llamadas telefónicas para recabar los necesarios apoyos. Difícil lo tiene el nuevo aspirante para lograr su propósito. La matemáticas nunca fallan. El congreso nacional, celebrado la semana pasada en Madrid, aprobó unos estatutos que eliminan la necesidad de presentar avales para aspirar a presidir el partido y establecen cómo serán las próximas votaciones en las citas provinciales. Habrá dos urnas. A la primera están llamados a participar todos los militantes que estén al corriente en el pago de sus cuotas. El resultado será, en parte, decisivo. Si un candidato consigue más del 51% de los votos, pasará directamente a la segunda vuelta. Para que el que obtenga menos respaldo continúe en el proceso, no puede tener una distancia superior al 15% con respecto a su rival. Si ambos salen sanos y salvos de la criba, tendrán que esperar al siguiente paso: la elección de los compromisarios. Se trata de las personas que votarán directamente en la segunda votación. En este sentido, cuanto más grande es el municipio, más compromisarios le corresponden. ¿Qué puede pasar? Si José Enrique Fernández de Moya y Miguel Moreno superan la primera prueba, será fundamental que cada uno haga lo posible por lograr el “sí” de los pueblos y ciudades más grandes de Jaén. Y, en este sentido, todo parece indicar que el sector oficial las tiene todas —o casi todas— consigo. Basta con tirar de la hemeroteca de los últimos días para comprobar que los críticos gozan de mayor “tirón” allí donde existe la palabra rural.

Lo que está claro es que, si hay rivalidad, será la segunda ocasión en la historia del Partido Popular en la que haya dos competidores en las urnas. ¿Cómo fueron los congresos del pasado? Gabino Puche Rodríguez-Acosta fue presidente en Jaén entre 1989 y 1993. Tan solo le salió un contrincante, el carolinense José Rodríguez, pero se retiró el mismo día de la votación.

Miguel Sánchez de Alcázar, que lideró el partido entre 1993 y 2000, fue el único que tuvo, realmente, un rival. Juan Pizarro, apoyado en Alfonso Sánchez y Juan Lillo, firmó su candidatura en un cartón de Ducados y se enfrentó al entonces presidente en unas elecciones en las que perdió. “Yo fui quien permitió que se presentara sin tener avales”, recuerda el exalcalde.

José Enrique Fernández de Moya cogió las riendas de la calle San Clemente en el año 2000, y hasta hoy. De los cuatro congresos que lleva a sus espaldas, en tres hubo intentos de pugna: Antonio Rodríguez, en el año 2000; Javier García, en 2004, y Juan Pizarro, en 2008. Lo que ocurre es que ninguno consiguió los avales suficientes que, en aquel entonces, eran necesarios para luchar por el poder. Por lo tanto, urnas como tal solo tuvo Miguel Sánchez de Alcázar. Queda por ver si se repetirá la historia unos cuantos años después.