Los nuevos saludos

    19 sep 2020 / 18:14 H.
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    Ahora el saludo del codo lo han descartado. Recomiendan que nos demos un golpe con la mano en el pecho. Y haremos lo que nos digan, a ver qué pollas. Pero esta modalidad se presta a muchas variantes, menos patrióticas y más imaginativas. Un suponer, si te encuentras con ese jefecillo que te ha dado tanto por donde gotea la jarra, podemos recurrir a decirle hola a distancia la reglamentaria mientras te pones la mano en el paquete y lo remueves. Cuando te topes con un cacerolo que encima te ha reventado los tímpanos con las distintas versiones del “Resistiré”, lo suyo sería el corte de mangas clásico y te quedas tan pancho. Pudiera darse el caso que, de sopetón, vieras venir a un tropa poética neoviejuna enrocada en el corazón henchido, los alondras, la sororidad y el plateado Jaén. Ahí manda más la palabra que el gesto, de difícil ejecución; mi recomendación es una variante lírica popular muy gráfica: “Menos ternura y más ternera”. Eso sí, de todo corazón. Pero si te encuentras a un amigo pata negra, pasas del protocolo y, simplemente, quedas en el “Viruta” para tomar unos chatos en memoria de Juana, la matriarca. Cuando abran, claro.

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