Los indiferentes

La RAE atribuye a la palabra “indiferente” la siguiente definición en su primera acepción: “Que no muestra una actitud positiva ni negativa hacia determinada cosa o persona, o que no la muestra hacia nada ni nadie”. Y mientras vemos a diario, como la cifra de muertos inocentes crece lastimosamente en la franja de Gaza, una especie de indiferencia universal parece haberse adueñado de nuestras conciencias y seguimos llevándonos la cuchara a la boca ante una de las mayores barbaries cometidas contra el ser humano en la historia de la humanidad, y lo más atroz del suceso, es que está ocurriendo en presente, frente a nuestros ojos y en directo. Nos ofrecen cada día, la cifra de niños muertos, pero que no nos engañen, con ellos, miles de ancianos y miles de adultos inocentes están siendo masacrados en una guerra de ideologías y reclamo de poder que parece no tener fin. Y no lo tiene, porque los intereses del conflicto rebasan sus propias fronteras y se instala en las grandes potencias que tiran la piedra y esconden la mano, camuflados en una aflicción que no es más que una máscara terrorífica. La indiferencia frente al dolor ajeno quizá sea el signo primigenio de que estamos perdiendo la humanidad.