Los hijos son los padres

Aunque matizaremos, en más del 95 por ciento de las circunstancias de la vida, de la casuística, de las situaciones, etcétera, los hijos pertenecen a los padres. A pesar de que una ministra cursi y prepotente venga a decir lo contrario. Tendría que haber concluido su afirmación con el fundamento de su postura. No lo ha hecho y convendrán conmigo que los mayores defensores de su idea han sido los regímenes fascistas y comunistas, para ellos los hijos son del Estado. Hay situaciones
excepcionales: los periodos que los niños pasan en instituciones públicas, o las obligaciones impuestas por las
leyes (por ejemplo: la vacunación). En estos casos, el interés general está por encima del interés de los padres.
Aún así, nunca está en discusión la pertenencia de los menores. Cuando el niño se pone enfermo en la escuela, llaman a los padres, igual que cuando se hace encima sus
necesidades. Ni tutelado por el Estado el hijo menor deja de pertenecer a los padres. Otra excepción es la de esos
padres que no merecen ser llamados así. La autoridad del Estado o de la Comunidad
Autónoma se ve obligada a sustituirlos. El pin parental: otro extremo.