Los ERE

No importa que queden 160 asuntos por juzgarse de los ERE o que el Supremo, llegado el caso, desande lo andado por la Audiencia de Sevilla y declare inocentes a los expresidentes Griñán o Chaves o a exconsejeros como Zarrías, Viera, Fernández o Vallejo. Esa futura posible inocencia la apuntan reputados catedráticos como Javier Pérez Royo. Nada de eso importa ya... La sentencia contra los altos cargos anteriores del PSOE, ha dejado ya un poso que nada podrá cambiar. Ya ha quedado impreso en la conciencia colectiva de todos que esa forma de actuar fue negligente y que no se puede repetir. Ya da igual si hay más o menos condenas o inhabilitaciones futuras. El hecho es que es casi imposible que haya más intrusos de aquí en adelante en expedientes de regulación de empleo y que los controles sean tan laxos o se mire hacia otro lado. Ni se podrá intentar llevar a cabo desde el poder un sistema clientelar de esas características. La pieza política de los ERE nos ha dejado una buena noticia: nunca más se podrán afrontar los asuntos desde el poder como si la administración no fuera de todos sino solo de unos pocos. Así se vacía de contenido la democracia.