Los cinco talentos

10 jul 2018 / 08:06 H.

Viendo la noticia del rescate de los niños tailandeses y pensando en cómo se juegan la vida ciertas personas por salvar la de otras, me viene a la mente la parábola de los cinco talentos. Desde que nacemos estamos dotados de unos dones en mayor o menor medida. Pero lo que nos hace diferentes es la forma en que los ponemos a trabajar, es el esfuerzo que dedicamos a desarrollarlos y a ponerlos al servicio de una sociedad mejor. Cuanto más tiempo empleamos en conseguir unas metas y cuanto más nos exigimos, menos le pedimos cuentas a los demás. Porque si existe en el mundo una personalidad exigente, es aquella cuyo propietario va por el mundo a verlas venir y quejándose por todo. Aportar aportan poco; dar, menos todavía, y su talento lo tienen a buen recaudo protegido por el mínimo esfuerzo y el descanso sin límites. Puesto que se nos ofertan infinidad de salidas para prepararnos, me parece increíble que haya personas que nunca encuentren un camino para encauzar su vida. No admito y me viene bastante largo soportar, las vidas en modo queja. Qué extraño que la buena suerte la tengan quienes ponen a diario sus cinco talentos a trabajar.