López-Sidro, un hombre de bien

    09 jun 2021 / 10:26 H.
    Ver comentarios

    Lo conocí hace muchos años, ejercía su compromiso cristiano como presidente de la APA del Colegio Marista de Jaén; durante años colaboré con él en esas tareas y pude disfrutar de su amistad y percibir los valores que atesoraba y su profunda religiosidad. No eran buenos tiempos —¿cuándo lo han sido?— para defender los derechos de los padres a elegir libremente el modo de educar a sus hijos y él estaba en ese tajo, me enganchó y seguí; él se fue a cubrir otro lugar donde ser útil; siempre estuvo donde lo necesitaran y pudiera servir a los demás, ayudando a construir y ensanchar el Reino de Dios. Es un hombre ocupado, que son los que tienen tiempo de hacer muchas cosas: sus obligaciones personales, no pocas; familiares, siempre atento a su mujer e hijos; y profesionales como funcionario hasta su jubilación; siempre saca tiempo para todo, menos para sí. Los diez años como presidente de Cáritas Diocesana, en tiempos de crisis encadenadas y pandemia, han sido la prueba evidente de cuánto puede hacer Dios cuando un hombre le deja hacer, se convierte, sencillamente, en su instrumento, con poco ruido y mucha Fe. Hace falta gente como Rafael. Enhorabuena. Que Dios te lo pague.

    Articulistas