Loaded 2023
Ahora que prácticamente estamos inaugurando el año, también es probable que estemos estrenando nueva lista de propósitos para los siguientes doce meses. Muchos, y digo muchos, que no todos, habremos dejado colgando la lista del año pasado, o quizá, habremos ido rebajando el nivel de cada punto a medida que el tiempo nos iba dejando escasas posibilidades de alcanzar aquellas metas que hace trescientos sesenta y cinco días, rebosantes de ilusión, nos parecieron alcanzables. Pero es que a la vida no le importa nuestros planes, ni los propósitos. La vida es otra cosa. Es eso que se escurre entre los dedos mientras nos afanamos en llegar antes, acabar antes, acumular riquezas, en llegar más arriba, en ser mejores en algunos lugares en los que nadie nos mide, en hacer un montón de cosas en el mínimo tiempo posible, y mientras escribo esto, me cae encima una pregunta, ¿para qué? El único propósito al que deberíamos suscribirnos es ser felices, vivir en paz, no hacer daño a nadie, encontrar los momentos para ir a abrazar a nuestros seres queridos, y en la medida de lo posible, ser un poquito mejores personas. Eso hace que peses menos, estés más guapo y sobre todo, seas más rico. Pensadlo. Feliz 2023.