Lo que no tiene precio

    24 ago 2022 / 16:00 H.
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    Las noticias del fútbol en estos días están marcadas por los caros fichajes de los futbolistas, objeto siempre de críticas teniendo en cuenta las necesidades y carencias de la mayoría de los ciudadanos mortales de este mundo. Se fomenta un mercado desorbitado e ilógico lleno de límites e intereses; pero todo sea por el bien de los clubes y sus aficionados. Unas veces se llora y otras se ríe, pero dura poco, el dinero manda y marca caminos y decisiones. Disfruto con un buen partido de fútbol, pero me avergüenza los precios que se ponen al trabajo de los futbolistas. No creo que el trato como reyes a las estrellas del fútbol sea el mejor ejemplo para niños y jóvenes. Es lo que hay, pero también hay otras muchas personas y situaciones que no tienen precio y quizás no les prestamos la demasiada atención e intensidad. No tiene precio la sana convivencia familiar sustentada en valores que edifican y fortalecen una vida equilibrada. No tiene precio la complicidad con el esposo o la esposa, capaz de ahuyentar miedos y disfrutar de bonitos momentos. Y qué decir de esa mirada de un hijo o nieto que a poco que se contemple nos transmite tanta bondad que, por lo menos a mí, es inevitable lamentarse de tantos errores. Como tampoco se le puede poner precio a ese compañero de trabajo que siempre está dispuesto a ayudar y facilitar la tarea o la atención a los demás. Impagable es la amistad de ese amigo que siempre está ahí, sin más; como también es impagable cuando ante una dificultad o una necesidad difícil de gestionar, aparece esa persona o personas que no conoces de nada y se interesan facilitandote el camino, abriendo puertas. Cuánto vale llegar a un lugar y sentir esa acogida familiar. Ya en alguna ocasión transcribí que “las puertas de la felicidad se abren hacia fuera”; a pesar de que infinidad de gente se empeña en abrirlas por egoísmo hacia dentro, más infinitas son las ocasiones que se disfrutan con una sonrisa en el alma y agradecimiento de corazón. No tiene precio todo aquello que no siendo material se goza y se disfruta como si no pasara el tiempo. Así lo vivo agradecido.

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