Lo ineludible

    03 may 2020 / 10:08 H.
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    Pablo Neruda, hombre de cualquier época, escribió “Podrán cortar todas las flores pero no podrán detener la primavera”. La primavera, como renacimiento, llega cada año y no importa si la estábamos esperando. Sin embargo, también podríamos interpretar la frase del poeta como todo aquello que se mueve más allá de nuestros intereses: lo inevitable. En estos días, más que nunca o como siempre, pugnan dos formas de ver los problemas; existen dos bandos en liza que siempre parecen tener la razón acerca de temas tan complejos como la educación, la justicia o la gestión de la presente crisis sanitaria. Me gustaría pensar que existe una idea platónica de cada uno de los problemas, una concepción admisible en una sociedad con una tradición judeo cristiana como la nuestra, donde el pensador podría alejarse de las sombras que nos ofrecen los medios y una política oportunista. Con todo, el sabio tiene tantas dudas como el ignorante certezas. Lejos de buscar una postura conciliadora que aúne fuerzas, parece que lo inevitable, nuestra primavera más fría, supone preferir una solución “perfecta” antes que una que todos entendamos y respetemos.

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