Llueve sobre mojado

No solo me refiero a esta bendita lluvia que se ha paseado por la capital, les hablo una vez más de la violencia de género que se vuelve a nombrar y manifestar contra ello en este mes, aunque todo el año exista. Ya son 51 mujeres. No hay que mirar a otro lado. La violencia sobre la mujer no solo termina, por fortuna, en muerte, existen las agresiones, el maltrato psicológico, etcétera. Y casos como “los majaras” que no deben todos los hechos similares denominarse con el mismo término. Son malnacidos, que tienen madres, hijas, hermanas... Que se lo piensen. Pero no dejo solo mi crítica en los hombres, ¿y esas madres que quitan la vida a quienes engendraron? Para concluir mi rabia, contarles algo que vi en un noticiero. Una perra cruzaba una carretera seguida de su cachorro que fue atropellado y murió, su madre volvió y lo recogió del cuello y con su hocico quería despertarlo. El instinto animal debería enseñar a estas bestias. La educación, y la dureza de la justicia tal vez, y solo tal vez, cambiarían esto. Y de nuevo me quedo en mi barrio donde yo, sí que no paso ni una violencia, sea como sea.