Lloran nuestros olivos

    26 abr 2023 / 09:32 H.
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    Lloran nuestros olivos y nuestros campos porque miran al cielo y éste no quiere llorarles. Pensamos en el olivo como un cultivo resistente, adaptado a condiciones extremas. Y es cierto, aunque siempre dentro de los parámetros climáticos normales. Resiste sin dificultades los rigores de los veranos y los inviernos de la Península Ibérica. Sin embargo, en los últimos años la situación ha empeorado y se ha vuelto crítica para un árbol que es la base no sólo de un sector agrícola esencial sino también de uno de los paisajes culturales relacionados con la producción agroalimentaria más importantes de Europa, perjudicando a la economía de la provincia olivarera por excelencia. Han sido muchas las ocasiones en que los fieles han pedido la intercesión de El Abuelo, para que enviara lluvias y se computan hasta 33 salidas extraordinarias en rogativa muchas de ellas por esta cuestión, es de destacar la de 1931. Como hecho destacable decir que salió de la Merced recogió a la Virgen de la Capilla en San Ildefonso y ambos marcharon juntos a la Catedral donde se llevaron a cabo los rezos y oraciones correspondientes, y la lluvia llegó. Contribuyamos a no malgastar nuestra agua, ¿y por qué no? pedir la gracia de la lluvia. Y yo lo haré desde mi barrio.

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