Linaje

Y cogió un lápiz, una goma y un sacapuntas y se puso a componer. Y, de la forma más cuidada y delicada, brotaron notas musicales de un saxofón, de un clarinete y de una trompeta junto a sones flamencos recordando a sus tres hermanos, aquéllos que lo cuidaban como hermano menor que era. De pronto, un tango y un bolero nos hacen bailar acompasados junto a las figuras de sus padres en una sala imaginaria siendo conquistados al igual que una tímida dama lo es por un galante caballero. Y todo perfectamente recreado en unos hermosos pentagramas cargados de sentimiento, de recuerdo, de linaje, de su linaje.

Francisco Morales Lozano consiguió con su pasodoble lo que su lápiz no imaginaba con su cambio de compases: hacernos vibrar y emocionarnos porque también desprende olor a tierra roja, a aceituna, a pipirrana y a siesta como bien lo define su autor. Linaje ha sonado junto a otras magníficas composiciones y la música ha vuelto a triunfar, a ser la protagonista en el XXXII Taller Provincial de Música de Baeza gracias a la vocación musical y al cariño de sus organizadores. Sin duda alguna, una estrella, desde arriba, llena de orgullo, no ha dejado de guiñarles un ojo de complicidad.