Life
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Dicen que la raza humana fue acortando la longitud de su dedo pulgar por la pérdida de su funcionalidad, toda vez que el manejo del sílex iba desapareciendo de las costumbres de la caza por un modo de vida más sofisticado en que la mano dejó de convertirse en un asidero de herramientas de corte y molienda que garantizase la supervivencia de la especie. No sabemos si dentro de unos siglos el género sapiens habrá recuperado la longitud de su quinto dedo con el enorme poder que le ha sido atribuido por la gran corporación tecnológica de la información. Con el suave desliz de nuestro dáctilo sobre las pantallas, asistimos en primera fila al aquí y ahora de las peores manifestaciones de la barbarie que asola en los terribles conflictos geoestratégicos del mundo, nos congratulamos con la estulticia de los discursos y eslóganes de hooligan que suben sin pudor a las redes los príncipes destronados de cada familia comercial y hasta sofocamos la soledad con personas que entran y salen de nuestras vidas sin el ángel necesario de los simples abrazos. Buena estrategia la de quienes diseñan nuestro retorno al Neanderthal desalojándonos aún de los grandes principios de la vida que implican movimiento, aventura, compromiso.