Libres o esclavos
Sumidos en un mundo que nos habla a gritos, nos desacostumbramos a vivir. Observamos un desfile desalentador de injusticias: guerras, virus, pérdidas, etcétera. Luego, la misma vida nos trae situaciones en las que, o nos arriesgamos, o nos quedamos pasivos viendo pasar oportunidades que nunca sabremos, hasta que las vivimos, si serán acertadas o no, o si vienen en el momento adecuado. Nada existe si no le damos vida. “¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?”, escribía un día en su libreta de notas Vincent Van Gogh. Y así, nos arriesgamos a vivir bajo las miradas hambrientas de muchos. Un año más que acaba y otro año más que comienza. Hay quienes te verán caer sin antes haberte caído, o quienes te animarán a caminar por un camino que, aunque cueste andarlo, algo te dice que es ese sendero el que debes pisar con paso firme y con la certeza o duda de querer caminarlo. Si te caes, te levantas. Ese es el riesgo de vivir. Al final, el mundo es un lugar que ocupamos por un tiempo determinado y sin riesgos, puede que no haya beneficios. Nuestras elecciones nos hacen libres, pero también pueden hacernos esclavos. Sea como fuere, cada día puede ser un nuevo comienzo. ¡Feliz entrada de año!