Libertad educativa

Traicionó el subconsciente a la ministra Celaá cuando pronunció aquella gloriosa frase de que “los hijos no pertenecen a los padres”?. Eso de que el Estado sea el que decida qué se debe enseñar y cómo se debe enseñar en las escuelas no es nuevo. Viene de muy lejos. Quienes trabajan en la enseñanza hoy saben muy bien del agobio “legal” a que ha sido sometido el profesorado en los últimos tiempos. Leyes generales de educación en consonancia con el gobierno de turno y un sistema educativo cada vez más degradado y deteriorado, donde lo académico importa bien poco. ¡No son buenos ni la ideologización, ni el adoctrinamiento de los niños! Ni lo eran con Franco ni lo son ahora. Y eso es precisamente lo que los políticos tratan de imponer desde el poder. Educar en libertad implica respetar los valores y las creencias de todos. Lo que no se puede hacer es manipular la cultura. ¿Por cuánto tiempo se seguirá afirmando en una clase que a García Lorca lo mató Franco y está en una cuneta? Los niños tienen derecho a saberlo todo. Incluso las verdades históricas que los políticos consideran contrarias a sus intereses partidistas. La verdad nos hace libres. ¡Si no está manipulada!