Lengua bífida

Toda ley educativa que no surja del consenso está condenada al fracaso; por ello padecemos un continuado vaivén. Salvador Compán nos advierte del peligro de considerar el castellano como una lengua “lateral” en zonas bilingües. Lleva razón. Lo que se ha venido haciendo con el castellano desde hace tiempo ha sido inconstitucional (artículo 3), pero se ha permitido por interés político. El castellano, español para entendernos, como tal es y debe ser la lengua que nos represente en el exterior y nos cohesione en el interior; todos los territorios deben utilizarla en sus relaciones interterritoriales y todos los ciudadanos pueden utilizarla, aparte de las vernáculas para las zonas correspondientes (y no utilizadas ventajistamente sobre unos ciudadanos y otros), pero nunca ser vetada o arrinconada como si fuese extranjera y es en lo que insisten gobiernos autonómicos. Me temo que ese es el motivo ideológico que lleva a imponer esta modificación. Que se prepare el PSOE ante este dislate y esa izquierda que en vez de unir separa; se lo recordarán en futuras elecciones.