Legal, sí. Ético, no.

    16 ago 2020 / 10:39 H.
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    La existencia de vasos comunicantes entre el sector público y privado en España es algo habitual, extendido. En la redacción legislativa se ahuyentó cualquier principio filosófico de ética, estética y moral. Quiero centrarme en un colectivo muy específico, los médicos, sobre todo los especialistas. No es raro ver como un buen puñado, demasiados, mantienen su plaza en el sistema sanitario público y fuera de su jornada reglada dedican el tiempo a trabajar en clínicas privadas o en sus propias consultas particulares. Sin duda que es legal, nadie lo cuestiona, pero, a las claras, ni ético, ni estético, ni moral. Con miles de médicos desempleados, miles más con sueldos ridículos, nos encontramos esta situación. Y nadie podrá negar que levante suspicacias, hay muchas formas de inducir, “derivar” al paciente hacia la consulta privada. Todo ello sin entrar la duda razonable que se puede crear sobre si todo lo cobrado se declara a la hacienda pública. No estoy contra la práctica de la medicina privada pero sí haría incompatible el trabajo en ambas, teta y sopas, como que no.

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