Hombría de bien

Dice la Real Academia Española (RAE) que “lealtad es el cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien”. Y también dice que la “lealtad institucional” es el principio que deben observar las Administraciones en sus relaciones recíprocas. Pero si unimos ambos conceptos, la lealtad institucional debe ser lealtad igualmente para con los ciudadanos. En fin, no digo más. Permítame mi querido amigo lector, que me centre ahora en la lealtad personal. Cuánta confusión existe, desde mi humilde punto de vista, cuando la lealtad la mezclamos con la amistad y ponemos a la amistad por delante de la lealtad con otro. Si la lealtad es lo que define la Real Academia, y, por tanto, las reglas del honor rigen la vida de uno, entonces lo que rige la vida de uno es la verdad en unidad con la justicia, en unidad con el respeto, en unidad con el cumplimiento de las obligaciones respecto del prójimo (honor según la RAE) y en unidad con no defraudar la confianza depositada en uno (fidelidad según la RAE). Pero si la amistad se pone delante, y esa amistad hace quebrar esta unidad, el hombre, o la mujer, pierde su hombría de bien, que se queda en nada. ¿Usted qué dice?