Le pregunté al poeta

    31 jul 2025 / 09:04 H.
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    Le pregunté al poeta qué sentía cuando veía cómo el arcoíris se pintaba sobre las nubes. Y si podía apreciar la textura de su colorido antes que se desdibujara.

    Cuando en un momento desaparece como si nunca se hubiera posado, dejando sus colores estamparse en el firmamento. O el turquesa del cielo en los días de verano, o el sol en el horizonte desmoronándose como una rosa de colores intensos y a la vez, ya casi apagados.

    También le pregunté por esas noches de clavos plateados, que en lugares donde la luz eléctrica de la ciudad permite observarla sin destellos artificiales, cómo se dejaba llevar en sus pliegues, entre ese manto salpicado de belleza.

    Le pregunté si alguna vez se había acurrucado entre los pétalos de una flor pasajera, y si había notado las sensaciones que se desbordan del surtidor de una fuente. Él me miraba atónito, no sabía contestarme, mas yo seguía intentando entenderlo y volvía a insistir.

    Indagué una vez más, necesitaba saber cómo se dejaba abatir por tantas sensaciones, por ejemplo, cuando una ciudad te cala el corazón y no puedes dejar de controlar tus palabras, porque ella se ha instalado dentro y te ha hechizado con sus aromas, formas y arte.

    Y el mar, ¿qué le hacía sentir? Su fuerza, su templanza, su furia, su dulzura... y ese sabor suyo característico que lo hace diferente, o la textura húmeda de su piel. Cómo dejarse envolver entre el vaivén de su continuo acento. Y si había sumergido sus sentidos en aquellas experiencias únicas donde la altura parece despeñarse, o volar en las alas de seda de una simple mariposa. O en el vuelo acrobático de una libélula batiendo sus alas simultáneamente... Le pregunté cómo hilvanaba las palabras confeccionando música, sin saber ni tener ningún conocimientos
    de notas ni pentagramas.

    Cómo podía construir esas distintas composiciones que en el papel ocupan diversos espacios. Cómo llega a interiorizar mil experiencias en lugares donde nadie se detiene a sentir, ni siquiera a ver lo que allí se guarda.

    Yo sé que en poco tiempo necesitaba saber muchas cosas, sobre sus versos, y su manera de entender la realidad, buscando siempre la belleza y procurando hacer llegar esa luz verde de la esperanza. Le pregunté directamente al poeta
    si podía responder sin palabras.

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