Las varas de medir

    23 jul 2024 / 09:27 H.
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    Pongámonos en situación. Tengo un “amigo” que es un poco sinvergüenza. Típico puto amo puto jefe que maneja la pólvora del rey con destreza. Le han cazado y castigado. Pero los verdugos son los que deciden las penas y lo han amnistiado. Y pasa de verdugo a víctima. Y le hacen homenajes cual etarra excarcelado. Luego tengo una amiga, persona propia, señora del señor, que no sabemos cómo, tiene un máster del universo; no se le ha visto por el Universo salvo para hablar con el comandante de la flota, para venderle gasoil baratico. Que no se lo compra más caro por ser la señora de, sino porque sí. También recomienda películas. No es cineasta. Ni lo hace por ser señora de. Es porque sí. Ah, y le han dado una catedral sin ser obispo ni deán. Pero tiene mas abogados defensores que Alcapone. Y también tengo otro amigo. No es patrón de barco, por lo que no se dedica a dejar fornidos y movilizados inmigrantes, con in, en un barco a 10 minutos, yardas o leguas. No es piloto de aviones, por lo que no reparte menas a las comunidades que no son indepen pero sí quedan a la derecha. Es empresario. Da trabajo. Contesta inmigrantes. Es solidario. Artista. Genera espectáculo. Pero mi amigo es amigo de, se junta con fruteras, no está en el club de la ceja y ya es racista, fascista y explotador. Y explota. ¿Lo pillan?

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