Las colas
del hambre

Después de unas dulces vacaciones de lleno total otra realidad, más amarga, asoma en la propuesta de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de rebajar el coste de una cesta básica de la compra. Mucho se ha hablado de los alimentos que debe contener dicha cesta, pero nada de porqué en el cuarto país más importante de la UE se propone crear una bolsa de alimentos ¿No es suficiente la acción de Cáritas o la de los bancos de alimentos? Parece que no, porque afecta a sectores más amplios de población. Lo confirma el INE, más de trece millones de personas en pobreza y riesgo de exclusión social, de ellos cuatro millones en pobreza severa. Además un 18% de la población recorta gastos en alimentación. Aumenta la pobreza de muchos porque unos pocos ganan mucho más. Cualquier medida que beneficie a la gente es bienvenida, pero sin una política de redistribución de la riqueza, como propone Recortes Cero, esto solo es pan para hoy y hambre para mañana. Hay que empezar con una reforma fiscal para que pague más quien más tiene y establecer medidas directas, como precios máximos para bienes y servicios básicos, que se cumpla la ley de la cadena alimenticia y cambiar el sistema de fijación del precio de la electricidad.