La trastienda de la política

    25 nov 2023 / 08:58 H.
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    Las votaciones para elegir al presidente de Gobierno se han realizado de acuerdo a lo previsto; no ha habido sobresaltos. Entonces ¿el debate parlamentario? ¿No es el Parlamento la sede de la palabra? Desde siglos, a los humanos nos ha gustado hacer representaciones teatrales, aparentar otra cosa de lo que somos. Eso se hace en recintos adecuados: en teatros. Uno va al teatro sabiendo que los actores representan lo que no son. Pero ¿y si vamos a uno del que esperamos que sean ellos mismos? Entonces lo llamamos teatrillo, de modo despectivo. Pues bien, la política es un teatrillo, en el que los actores representan lo que no son, pues lo que realmente son se ha pactado previamente entre bambalinas, en la trastienda. Es un ritual y como tal se hace, aunque no sirva para gran cosa. Los rituales forman parte de la liturgia, en este caso, de la política. Sin ellos todo quedaría gris y hasta vulgar. Los jueces, los militares, las universidades, los sacerdotes, los toreros, las competiciones deportivas, las fiestas o la política tienen sus liturgias y sus rituales, obligatorios y necesarios. Otra cosa es que nos lo tomemos más en serio de lo debido y confundamos representación con realidad. Nos evitaríamos muchos disgustos.

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