La primera chuleta de la historia

    29 ene 2023 / 16:00 H.
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    Hace más o menos mil años, año arriba, año abajo, no se vaya a enfadar nadie, a un joven e inexperto monje del Monasterio de San Millán de la Cogolla, en La Rioja, se le encargó la difícil tarea de preparar el sermón dominical. Presto a llevarlo a cabo de la mejor manera y enfrentándose a un complicado texto en latín puro -menudo marrón-, tuvo la genial idea de tomar notas o chuletas escritas en los márgenes del aquel intrincado códice para facilitar su comprensión. Utilizó para ello su idioma materno, una lengua romance que el pueblo llano hablaba pero que nadie escribía, aunque plena de utilidad comunicativa y alejada de los esquemas latinos. Nada se sabe de aquel joven novicio al que todos los que escribimos y hablamos esta lengua y en la que se han escrito innumerables obras maestras de la literatura, le debemos inmensa gratitud. Seguramente jamás podría haber imaginado, que sus “chuletas”, conocidas como “Glosas Emilianenses” por lo del santo, ya sabéis, pasarían a ser las primeras palabras escritas, de un idioma que se ha convertido en universal y que hoy en día hablan más de seiscientos millones de personas: el castellano.

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