La primavera de la economía

15 mar 2017 / 11:15 H.

Cada año, al llegar estas fechas, me sorprendo de lo mucho que nos gusta a los andaluces, el calorcito. Pobres noruegos. Si fuera posible envasarlo, nos haríamos de oro a su costa. Es salir el sol y empezar a desprendernos, con mucha alegría, de capas de ropa que nos han ido acompañando durante tantos meses, desde que empezáramos a hacer uso de ellas, allá por el mes de noviembre. Pero cada año, también al llegar estas fechas, la climatología pareciera que nos gasta inocentadas, y nos sorprende con serias bajadas de temperaturas, y vuelta al tiempo invernal, cuando ya pensábamos que lo que tocaba era terracita con cerveza y playita con espetos. Y es entonces cuando recurrimos, con mayor frecuencia que en ninguna otra época del año, a los numerosos y surtidos refranes de que disponemos, para querer significar, que no nos confiemos y que, en definitiva, no guardemos muy profundamente las ropas de abrigo. Se trata, pues, de dejarse llevar, un pasito para adelante, y un pasito para atrás, según se vayan presentando las circunstancias, situación esta que, por similitud, me recuerda a la coyuntura económica. Atrás quedó aquel tiempo en el que, no había reunión de amigos, familiar o profesional, que no saliera la alusión al deteriorado estado económico. Todo giraba entorno a ese nuevo panorama gris que se adivinaba. Sin embargo, puesto que no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista, ya no figura, apenas, en nuestras conversaciones, como tema favorito o recurrente, la, tan manida, crisis. Ello puede deberse, bien a que ya nos hemos acostumbrado, ya no es noticia, o bien a que, efectivamente, la economía algo ha mejorado, sin llegar, por supuesto, al estado en el que se encontraba con anterioridad, ni creo que este lo lleguemos a ver ya nosotros. Esto es, habríamos dado un pasito hacia delante. Pero, últimamente, está resultando ser frecuente, la información que nos avisa de que, podemos volver a sufrir un estancamiento, que debemos internacionalizar las empresas y que no debemos dar por zanjada la recesión económica. Esto es, está previsto que si no espabilamos, daremos el pasito hacia atrás.