La piedra Rosetta

Franceses y británicos ocuparon durante décadas territorios coloniales como Egipto, donde saquearon y expoliaron tesoros con alevosía y nocturnidad. Una de ellas fue la magnífica “Pierre de Rosetta” (Piedra Rosetta) bautizada así por el mismísimo Napoleón Bonaparte tras ser descubierta por sus soldados allá por 1799. Posteriormente pasó a manos de los hijos de la Gran Bretaña, siendo sus actuales poseedores. Sé que no podemos mirar al pasado con los mismos ojos del presente. Eran otros tiempos, pero ahora somos otros hombres, con otras miradas y otra sensibilidad, por eso no podemos permitir que se mantengan los errores del pasado. Es necesario que los museos coloniales como el Museo Británico o el Louvre devuelvan los tesoros expoliados a sus legítimos propietarios. La piedra Rosetta fue clave para descifrar el antiguo idioma egipcio, además de ser un icono y un emblema de una civilización que maravilló al mundo y que aún hoy sigue deparando magníficas sorpresas arqueológicas. Por todo ello, desde esta humilde columna pido apoyar la petición del doctor en arqueología Zahi Hawass para devolver a sus lugares de origen todos aquellos objetos que un día fueron sacados ilegalmente de sus territorios.