La peor lección de Finlandia

11 dic 2015 / 11:47 H.

Siempre que se publican los informes sobre los países con un mejor sistema educativo, Finlandia está prácticamente abonado al primer puesto. Bajo la máxima de que “la educación es la llave para el desarrollo de un país”, se destina en torno al 12% del presupuesto total. Entre los rasgos que lo caracterizan, como docentes solo cuentan con los mejores, con un exigente proceso de selección; la enseñanza es gratuita hasta la universidad y juega un papel clave la coordinación entre la familia y la escuela.

Esta semana me topé con un titular de agencia: “Finlandia afirma que los solicitantes de asilo podrían tener que trabajar de forma gratuita”. En la noticia se desgrana un conjunto de medidas de recrudecimiento de su ya de por sí radical política migratoria. La peor lección de Finlandia es impulsar todo un conjunto de medidas xenófobas que generan bochorno. Más aún a quienes huyen de sus países en guerra guiados por la esperanza de alcanzar una tierra en paz. De nada sirve que los niños hablen varios idiomas sin pestañear, que sean los mejor preparados del mundo en múltiples disciplinas si, al final, la lección que se les imparte es tan deshumanizada y pestilente.