La memoria social

    13 ene 2020 / 09:03 H.
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    Qué malo es ser político en esta época, con las redes sociales pendientes de recordarnos nuestras promesas... No es como antes, que podías jurar y perjurar, y los telones de los mítines o las censuras televisivas se encargaran de borrar cualquier resto de ¿yo dije eso?, o de eliminar ese ¿que yo no iba a pactar con?, o fulminar aquello de ¿yo gobernar con fulano? (dejamos el fulana para otro día). Obviemos aquellos que despotrican de los que generan empleo y amasan fortunas, pero los acosan en las listas de ricos; muchos directivos en las compañías es criticable, pero en la tuya es por organización. Saes. Esperemos que, al igual que Jaén por fin ha puesto señales (pronto nos pintan las calles y nos tapan los baches) en las que se nos ensalza como ciudad contra la violencia machista, nuestros gobernantes nos alejen de cualquier tipo de violencia, verbal o física, porque jamás es el camino, pese a que algunos se nutran de aquella. Dicho eso, le deseo la mejor de las suertes al nuevo Presidente de todos los españoles, que su séquito de asesores, su elenco de socios, y su jartá de vicepresidentas, le guíen por el camino de la sensatez, de la bonanza, de la dicha y del talante. Que un brote no es verde hasta que se demuestre lo contrario...

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