La madre de Federico
En mi nuevo libro, del que su publicación dependerá de los mecenas desprendidos y generosos que tenga, escribiré sobre temas que tanto conciernen a este Jaén que no despierta de su letargo, pues siempre ha sido la princesa que solo despertará de su sueño con el beso de esta España que ha olvidado a Jaén hasta extremos inauditos, olvidada por los poderes de todas las legislaturas. A otro tema. Expreso que la madre y la maternidad es la madre. Precisamente, Vicenta, la madre de Federico García Lorca, influyó en la extensa y poética obra de su hijo. Lo que sabía Federico acerca de la intensa creación lorquiana se lo enseñó Vicenta. La madre del poeta fue maestra, una profesión eficaz e instructiva en aquella España convulsionada por la torpe política de izquierdas y derechas, de uno y otro bando, un mal que todavía nos envuelve en esta nebulosa del odio, la revancha y el rencor. El día en el que se pongan de acuerdo las derechas e izquierdas en España echaré mis campanas imaginarias al vuelo. La familia de Jacinto Higueras, el Benlliure santistebeño, tenía un busto broncíneo de Vicenta. Uno de los hijos del escultor participó en la barraca del poeta que más admiro. Vicenta, ya digo, fue el alma mater de su hijo. Más datos. La finca que tenía la familia Lorca se llamó San Vicente, o sea, que la madre de Federico era el santo y seña, el norte y guía de tan preclara familia.