La Luna manda
Se ha preguntado usted alguna vez el porqué la Semana Santa no tiene fecha fija para su celebración en el calendario civil? Pues la respuesta está en la Luna. Sí, así, tal cual, y recurriendo un poco a la historia escrita para dar respuesta añadiré que este convenio sucedió hace 1699 años en el primer Concilio de Nicea (ciudad turca bautizada por un general de Alejandro Magno). Y fue en Nicea donde se acordó que el domingo de Pascua cristiana se celebraría después del primer plenilunio de la primavera. Así que es cierto que la Luna manda. Muchos más cánones se establecieron entonces que aún siguen vigentes como el curioso canon 3º en que se prohibió a todos los miembros del clero morar con cualquier mujer, excepto si era una madre, hermana o tía. Incluso esta fecha toca la gastronomía que es diferente en la Semana Santa, ya que el ayuno de los viernes de Cuaresma se crece Viernes Santo con la abstinencia de carne o huevos, que en otros tiempos pasados precisaban de la bula papal para poder comerlos. La Luna manda y el sello de la bula ha evolucionado, plata, plomo hasta el actual lacre rojo del papa Francisco que sellaría el siguiente encabezado: Franciscus, Episcopus, Servus, Servorum Dei.