La lucha sigue

Hacía tiempo, bastante tiempo, que no recordaba que alguien me despertara el interés y me hiciera tener el sentimiento de que estamos haciendo algo bien. Hacía mucho tiempo que encontraba la lucha perdida y que pensaba que las nuevas generaciones yacían dormidas en la falsa normalización que nos muestra el heteropatriarcado. Con solo veintiún años, el sábado me dio ella la oportunidad de entender que hay mujeres entre las jóvenes que continúan la estela que otras antes sembraron. Ella, persona con ganas de cambiar el mundo, mostraba sus sentimientos en cuanto al supuesto avance que vive la sociedad en materia de igualdad, y los mostraba ante gente de cuarenta en adelante. Ella, con pocas palabras y muchas ganas, despertó el sueño que estaba apagado por encontronazos sin importancia, y me hizo ver que la lucha está, que sigue y que, sobre todo, es necesaria. Porque con solo veintiún años es consciente de todo lo que queda por hacer. Sin etiquetas y con el feminismo bien entendido por bandera, Carmen me ha devuelto la ilusión por seguir buscando una igualdad real, por romper con los estereotipos y por ser solo personas en una sociedad donde reine el respeto, la tolerancia y la paz. Gracias.