La incertidumbre

12 mar 2019 / 18:05 H.

Sin contrastes la vida es trivial” recuerdo haber leído a Cesare Pavese y aceptado como algo vital. Pero ¿tanto contraste?, o más bien ¿tanta incertidumbre? Porque la violencia, la corrupción pública, la política y los políticos... y ahora hasta las sentencias judiciales, nos hacen vivir de sobresalto en sobresalto. De tal forma que, antes de llegar a horrorizarnos con un asesinato vil, con una llegada de muertos en patera, con una información sobre uso de fondos reservados, nos vemos obligados a ocuparnos de asuntos que nos afectan de manera más personal y que socava, por enésima vez, nuestros bolsillos, pero, sobre todo, nuestra moral y nuestra fe en las instituciones y en las personas. Lo peor de todo el asunto es que no se ven soluciones a corto plazo. La política, es evidente, que necesita una catarsis. Los ciudadanos nos vemos obligados a relativizar, a no leer los periódicos ni ver la televisión, o, por el contrario, pasar la vida protestando, porque los políticos
—todos—, las ideologías —todas— están en entredicho. Me pregunto: ¿Alguien en su sano juicio está preparado para asumir tal avalancha de golpes y luego votar?