La IGP “Aceite de Jaén”, un
gran reto para la oleicultura provincial

20 may 2020 / 16:30 H.
Ver comentarios

Ayer, 19 de mayo, se publicaba en el Diario Oficial de la Unión Europea el Reglamento de Ejecución (UE) 2020/665 de la Comisión de 13 de mayo de 2020, por el que se inscribe la IGP “Aceite de Jaén” en el Registro de Denominaciones de Origen Protegidas y de Indicaciones Geográficas Protegidas de la UE. Se cierra así un proceso, el del reconocimiento de la IGP, que se inició allá por el año 2010. Y se abre una etapa que supone un reto y una oportunidad para alcanzar una mayor competitividad de la oleicultura provincial.

No ha sido fácil, sino todo lo contrario, llegar a la meta. Yo me incorporé como presidente de la Federación de Productores de Aceite de Oliva de Jaén en mayo de 2017. Durante estos tres últimos años, han sido muchos los obstáculos que hemos tenido que sortear, pero ninguno de la magnitud de los que hubieron de enfrentarse quienes me precedieron en este logro colectivo del sector oleícola de la provincia. Con todos ellos, Jaén ha contraído una deuda. A todos ellos, muchísimas gracias. Si hemos logrado alcanzar la meta con éxito ha sido por una perfecta combinación de trabajo técnico y de apoyo institucional y político. A nivel técnico, ha sido un placer contar con la colaboración rigurosa de los técnicos de la Junta de Andalucía en Sevilla —Margarita, Juanma y María José—, y en Jaén —Celedonio—, así como con Ángel Martínez, Diego Barranco, Mari Paz, Juan Ramón y Juan Gadeo. A nivel institucional, ha sido gratificante ver cómo la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial, el Gobierno de España e incluso parlamentarios europeos han estado pendientes de la IGP.

Pero hablemos de futuro. De momento, constituiremos un Consejo Regulador de la IGP —su órgano de Gobierno—, en principio de carácter provisional, con las mimbres de la Federación. Nos proponemos tenerlo listo la primera quincena del mes de junio. A este Consejo Regulador le compete conformar los registros de personas y empresas que pretenden que sus aceites puedan ser certificados con la señal de confianza IGP “Aceite de Jaén”. Y si el covid-19 no lo impide,
es probable que ya en la próxima campaña haya aceites de oliva virgen extra que se diferencien de los demás porque llevan en su etiqueta este signo de distinción. Como todo lo que es útil para distinguir, como todo lo excelente, no puede ser muy cuantioso. La calidad y cantidad son términos, normalmente, antagónicos. Para que un aceite de oliva virgen extra pueda distinguirse con la IGP “Aceite de Jaén”, tiene que poseer unas cualidades físico químicas y organolépticas muy exigentes y, además, ha de proceder de aceitunas recolectadas como muy tarde el 31 de diciembre.

Nos quedan dos trabajos importantes. El primero es que los oleicultores jiennenses sean conscientes de lo que la IGP significa; de la importancia de estar en ese club y de la responsabilidad que se asume con su pertenencia. El segundo es que Jaén, que en España se vincula con aceite de oliva —este ha sido un elemento clave para que la Unión Europea haya reconocido la IGP—, se posicione como una tierra de excelentes caldos, tanto en España como en los mercados internacionales más exigentes. La finalidad última de la IGP “Aceite de Jaén” es que los aceites vírgenes extra certificados logren penetrar en los mercados y que consigan un mayor precio de venta. Para ello, hemos de convencer a los consumidores de que merece la pena pagar algo más por algo que es distinto, singular, diferente. Una diferenciación que ha de estar basada, no solo en la calidad, sino en el origen.

La IGP Aceite de Jaén es la primera de aceites de oliva en España. En nuestra provincia contamos con tres DOP que hacen magníficos caldos —Sierra de Segura, Sierra de Cazorla y Sierra Mágina—, pero que “Jaén” no estuviese, como tal, vinculado a aceites de calidad era una anomalía que ayer, afortunadamente, dejó de
serla. Posicionar bien los
aceites vírgenes extra jiennenses en la mente de consumidores y agentes de la cadena de valor es el fin último de la IGP “Aceite de Jaén”.

Esperemos que, en este momento de malas noticias, esta nos levante el ánimo y trabajemos duro, todo el sector jiennense unido, para posicionar a Jaén y sus vírgenes extra como lo que viene siendo de unos años a esta parte: una tierra donde se elabora la mayor cantidad de calidad del mundo.

Articulistas