La idea

    13 may 2022 / 16:40 H.
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    Todos los días compro y leo este Diario JAÉN: necesito saber qué pasa y acontece en la ciudad, situarme y conocer las ofertas culturales o de otro tipo, en resumen, integrarme en ella.

    Por citar un ejemplo en concreto: el pasado domingo, 1 de mayo, me pareció que sus páginas eran completas, como no podía exigirse más: los reportajes, artículos sobre los bienes culturales, sobre Baeza y Úbeda, las cartas de Joaquín Costa en el siglo XIX y
    los restos en los yacimientos en Las Atalayas y el Cerro Morrón..., o gracias a los trabajos de la Universidad de Jaén y del arqueólogo José Luis Serrano, para ver qué hay bajo la superficie de la fortaleza alta en la Peña de Martos, etcétera.

    Tardé una hora y media en leer a placer toda su magnífica información. Ya, el sábado anterior, en página 5, había una colaboración de Rafael Peralta (a quién no conozco por mi ausencia de 43 años en Madrid) titulada “Jaén: tenemos un problema” y que terminaba diciendo: “sin darnos cuenta de que marchitamos todas las expectativas de ambición que requiere una sociedad orgullosa de crecimiento... probemos con un tratamiento
    destinado a fortalecer el sector privado, a atraer inversiones con mejores infraestructuras”, y yo, enseguida pensé en los pueblos más pequeños de sierras altas, que se visitan de paso, en excursiones y vuelven a quedar solitarios, o casi, con algunos pocos vecinos residuales.

    Por otro lado, vemos con frecuencia que ya la Administración está atendiendo sus necesidades de luz, agua, teléfono, comunicaciones... con recursos públicos, en casos, con ayudas de entidades que ofrecen financiarlas, y, de hecho, dan premios o subvenciones para algunas actividades culturales o de otro tipo, como la Diputación, que anuncia (el 1 de mayo de 2022) que abordará un plan de apoyo municipios.

    Sí, en esos pueblecitos que se quedan
    sin vecinos y que, acaso, sería bueno rehabilitar las casas abandonadas o también construir otras esenciales como viviendas,
    separadas por árboles, aunque cercanas,
    para parejas, jubilados o familias, también turistas, de esas cómodas con la cocina de chimenea de leña, con los adecuados electrodomésticos actuales, que sirven de comedor o para estar, y 2 o 3 habitaciones. Para gentes que aman la naturaleza, para vivir unos meses en verano o no tan verano. Tendrían que ser ofrecidas con rentas muy bajas en
    un principio.

    Sí, hay hoteles, y residencias de tiempo libre, que lógica y necesariamente tienen reglas y horarios, en habitaciones compartidas, en plazas muy limitadas, para unos días.

    Los amantes de la naturaleza en parejas o familias, los que viven en ciudades lejos
    de hermosos parajes, aman y desean la
    naturaleza. Las causas difíciles, los descubrimientos de todo tipo, los inventos más importantes, comenzaron por una idea... y
    no fueron fáciles. Hay que aprovechar lo que tenemos: sierras y sierras, magnífica naturaleza en la que muchos desearían vivir, al menos
    por temporadas. Sí, sí,
    con agua, luz, teléfono, comunicaciones regulares, almacén de alimentos..., todo vendría poco a poco y generaría actividad y vida. Apostemos por la internacionalización como pide el señor Rafael Peralta. Los turistas extranjeros también estarían encantados de veranear
    o vivir en estos parajes naturales, y de eso
    tenemos mucho y de buena calidad, sin
    adulteraciones, y de paso vendrían a visitar los tesoros arqueológicos, arquitectónicos,
    y de toda índole, que también por aquí hay en cantidad.

    Es solo una idea, creo más posible que traer importantes empresas, como ya se intenta, y, mientras tanto, maravillosos parajes inconmensurables, el puro oxígeno, la limpia brisa incontaminada... están esperando que las disfruten, están necesitando también más infraestructuras telemáticas. En realidad, ya tenemos una joya natural y hay que aprender a valorarla e invertir en ella. ¿Esperamos que llegue más abandono?

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