La hora del desbloqueo
En tiempo récord y con cariño se ha escenificado el nuevo preacuerdo político de un gobierno de coalición entre PSOE y UP. Han transcurrido seis meses desde el fracaso electoral y ha habido suficiente tiempo para la retroalimentación y corrección de los anteriores posicionamientos que condujeron a la convocatoria electoral de noviembre. Aun así, la rauda respuesta nos ha cogido a la mayoría algo distraídos. Mas, de los errores se debe aprender. Con esta iniciativa ha llegado la hora del desbloqueo, de la política con mayúsculas, de la elección de un gobierno estable para una legislatura completa. ¡Ya está bien! Y no valen excusas algunas, pues demasiados asuntos fundamentales que afectan directamente en la vida de las personas están paralizados.
Para salir de esta situación de bloqueo permanente nuestro país necesita de políticos comprometidos y de nivel, que antepongan los intereses generales a los propiamente partidistas, lo que significa que en el acuerdo del pacto de Gobierno o apoyo al mismo (ojo avizor con las condiciones del apoyo de los separatistas catalanes a la investidura) las ideologías deben pasar a un segundo plano, aunque teniéndolas siempre presentes en la negociación. Ciertamente, se ha podido optar por otras fórmulas de gobierno que tengan un carácter transversal... Pero la opción elegida es legítima y tan válida como la que más, y, además, ha sido refrendada por los militantes e inscritos de las dos formaciones políticas pactantes, obteniendo unos altísimos resultados afirmativos en sus consultas (92% y 97%, respectivamente). A la sazón, las empresas del IBEX 35 y sus patronales adláteres, arguyen que para crear riqueza supone un gran inconveniente tener un gobierno de izquierdas por la falta de confianza que irradia en el mercado bursátil y financiero español. Y si no bastara con lo anterior, apareció la jerarquía eclesiástica con el cardenal Blázquez a la cabeza, advirtiendo del peligro que suponía para la salvación de las almas la llegada de los rojos al poder. De todas formas, yo que no me considero un “Anticristo” nietzscheano, si he de elegir, prefiero escuchar la palabra mesurada del Papa Francisco.
En la radiografía de la política nacional han ocurrido en el último año cosas algo desconcertantes: los líderes han dicho una cosa y su contraria. Es el caso de Ciudadanos que, en las elecciones de octubre, “in extremis”, ofrecía apoyar en su investidura a Pedro Sánchez con la condición de romper algunos gobiernos legalmente constituidos de varias Instituciones autonómicas y locales en las que participa los socialistas. Ahora está pasando algo similar en el PP de Feijoo (no dudo de su voluntad), que en solitario insiste en la conveniencia de un acuerdo de investidura entre PSOE-PP. Pero otra vez “a posteriori”, irrumpe Ciudadanos con Inés Arrimadas, presidenta de la nueva gestora, solicitándole a Pedro Sánchez una reunión a tres, con presencia del PP, para dialogar sobre una opción de desbloqueo, a lo que Casado y Sánchez han respondido negativamente. El calendario de investidura de la nueva legislatura se ha iniciado el día 3 de diciembre con la constitución de las nuevas Cortes Generales. Y a partir de esta fecha el Rey puede empezar la ronda de consultas con los líderes políticos. Sería un gran regalo de Navidad para los ciudadanos que en estas fechas se haya acabado con el bloqueo político y consiguientemente se proceda a la investidura del único candidato posible.