La historia

20 mar 2016 / 10:20 H.

La Semana Santa rememora unos hechos históricos que ocurrieron en el año treinta y tres de nuestra Era, la de Jesucristo. Fueron la Virgen María y los Apóstoles los testigos directos de su vida, y por ellos se escribieron los Evangelios, dos de ellos redactados por dos de esos Apóstoles, San Mateo y San Juan, testigos, por tanto, oculares, y los otros dos, uno por testimonio ocular de San Pedro (el de San Marcos) y el otro, por testimonio de la Virgen y los Apóstoles (el de San Lucas, médico de San Pablo); y cuentan lo que aconteció en aquellos años en Galilea y en Judea. Es necesario que sepamos quién es Jesucristo, que Jesucristo es Dios. A la vista de todos está, que es el hombre más importante de la historia, pero la única forma de darnos cuenta de que también es Dios es acudir a la fuente histórica, los Evangelios del Nuevo Testamento. Si conocemos eso, sabemos el por qué de la Semana Santa, el por qué del nacimiento de Jesús de Nazaret, y el por qué de nuestra existencia, de la tuya, y de la mía; porque la historia, la del mundo y la de cada uno, no es sino una batalla espiritual entre el bien y el mal.