Linares

Convendremos en que nuestra número dos provincial, suena a femenino, por ello hermana, pues creo que sonaría raro llamarla “hermano Linares”. Mi inquietud de hoy es echar de menos que la mencionemos más en los medios y en nuestro día a día, desterrando de una vez citarla sólo por malas noticias o aconteceres de lo marginal, que haberlo haylo, pero más o menos como en todos lo lares. Y aunque así fuera, no se le ayuda con enfatizar en lo negativo, precisamente por lo difícil que se le ha planteado la vida en las últimas décadas. Hasta donde sé, y sin rubor afirmo es mucho, tenemos que aprender de ella, tanto en la capital como en el resto de pueblos, pues si gentes valientes capaces de lo mejor he conocido, la mayoría son de ahí. Cierto es que alguna autocrítica deberán hacer sus habitantes y desterrar algunos malos hábitos que descuidaron las varias gallinas de los huevos de oro que han disfrutado, reconduciéndose hacia el ejemplo de varios de sus vecinos y vecinas que empujan responsablemente como nadie en lo empresarial y en lo laboral —no mencionaré a nadie por no herir de quien me pueda olvidar—. Ojalá el atisbo de reindustrialización cuaje y vuelva a ser el motor de Jaén; a quien todos pertenecemos, no se les olvide por cierto. Linares, yo sí te quiero.