La hemiplejia moral

Ortega y Gasset, en el prólogo de “La rebelión de las masas”, escribía en 1937: “Ser de la izquierda es como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejia moral”. Este texto completo y literal viene siendo fraccionado interesadamente por unos y otros, como ocurre con la supuesta superioridad moral que se atribuye la izquierda. Ortega, tan discutido ahora como entonces, se refería a quienes de un lado u otro son incapaces de pensar más allá de su propia ideología, de una forma extensa, como ocurre a quien padece una parálisis motora en la mitad de su cuerpo (hemiplejía). Nada hay nuevo bajo el sol. Hoy esta enfermedad se ha propagado como una epidemia en la clase política y también en amplias capas de la sociedad y les ha colocado anteojeras ideológicas que impiden todo diálogo por usar lenguajes diferentes. Los efectos de este mal son terribles; quienes lo padecen, por su parcial visión, no pueden construir nada compartido ni tomar conciencia de los auténticos problemas a resolver y carencias a cubrir, mientras los ciudadanos no aquejados de este mal contemplan que la realidad es diferente.