La fobia al turismo
El turismo, en ciertas poblaciones españolas, en este siglo XXI está alcanzando unos niveles nunca antes conocidos. Según dicen, es un haber beneficioso para las arcas de quienes abrazan esta tendencia como vía de ingresos. Poder visitar piedras cinceladas con siglos en su historia, degustar la gastronomía con identidad acumulada en los tiempos pasados, pasear por las raíces y vestigios de culturas milenarias, disfrutar de las formas de vida que ofrecen sabiduría, y de variopintos estilos de vida con sus enriquecedores acentos, además de los maravillosos paisajes, playas y montañas, son principalmente los motivos que mueven a los turistas que buscan experiencias únicas en una tierra única, como lo es, Andalucía. Hasta ahí vamos bien. Pero cuando la letra pequeña une dos palabras como la de “turismo” y “fobia” el encanto se pierde. Y el miedo a lo que sucede en el presente, cuando más y más turistas recorren el entorno en que habitamos un día sí y otro también estigmatiza a quienes han nacido, crecido y morado en un entorno en el que antes no era Patrimonio Mundial de la Unesco. Prestigio, pros y contras, modas crecientes que generan quejas. ¿Y tú que opinas, turismo con o sin fobias?
