La España vaciada

Si uno quiere saber el estado poblacional de un pueblo de España debe ir al bar de ese pueblo. Es el mejor termómetro social. Si sólo hay 4 personas en el bar, el pueblo se halla casi vacío. La ausencia de jóvenes en los bares indica que se han marchado a otras poblaciones porque en su pueblo no hay nichos de trabajo y no ven futuro alguno. En todo el país, Andalucía incluida, el litoral se lleva la mayor parte de los jóvenes del interior rural y de la montaña y las ciudades son preferidas a los pueblos para trabajar y vivir. Las Diputaciones andaluzas son conscientes del problema y han decidido su estudio y su remedio. Ignoro si el señor Moreno Bonilla tiene previsto algo de esto en su programa de gobierno, pero debería hacerlo público. Se necesita implementar ayudas, promocionar los municipios, montar negocios y tener acceso a las nuevas tecnologías, impulsar nuevos cultivos, como la agricultura ecológica, incentivar la vivienda así como la natalidad; de esa manera volverán las escuelas a los pueblos, las farmacias y las sucursales de bancos y cajas de ahorros. Y otra cosa: son un buen lugar para que los inmigrantes puedan empezar una nueva vida.