La economía azul y el clima

02 ago 2022 / 16:00 H.
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Una de las cosas que más me ha sorprendido del nuevo gobierno andaluz es la creatividad en la denominación de una de las carteras llamadas a ocupar un importante protagonismo, ya que su responsable es ni más ni menos que el alcalde de Almería, Ramón Fernández Pacheco, uno de los pesos pesados del nuevo partido popular. La tradicional consejería de medio ambiente ha pasado a denominarse, sostenibilidad, medio ambiente y economía azul. A pesar de tener un máster en sostenibilidad he tenido que estudiar estos días el matiz de la economía azul para entender el objetivo político que encierra. Al principio pensé que se trataba de un modelo de desarrollo basado en la conservación del ecosistema marino, por eso del color azul, ya que a pesar de que aproximadamente el 70% del planeta está bañado por océanos, su conservación deja mucho que desear aún. Pero he podido conocer que en realidad la economía azul es un concepto creado por el economista belga Gunter Pauli en un libro titulado “la economía azul”. Pauli plantea un modelo económico basado en producir bienes y servicios de manera sostenible y responsable con una filosofía muy parecida a la de la economía circular. La economía azul tiene así como fin, promover comportamientos parecidos a los de los ecosistemas naturales para aprovecharlo todo y generar los menos residuos posibles.

El secretario general del PSOE y el presidente del gobierno, Pedro Sanchez lleva intentando colocar también el asunto de la sostenibilidad medioambiental y la lucha contra el cambio climático en el centro de su agenda. En el comité federal de la pasada semana, volvió a centrar su discurso en la importancia de luchar contra el cambio climático y resaltó el protagonismo que tendrá este tema durante la próxima presidencia española de la UE, prevista para el segundo semestre del año próximo. Hay que recordar que Sánchez se comprometió incluso hace tiempo, en el foro de sostenibilidad de su partido, a situar los derechos ambientales en el primer nivel de los derechos de ciudadanía y para ello anunció que en la reforma constitucional que plantea el PSOE incluiría la protección de los recursos naturales “como generadores de unos servicios ambientales y bienes públicos que deben quedar a salvo de procesos de privatización, destrucción o degradación, así como el disfrute de los mismos tanto de las generaciones presentes como de las venideras”.

Llevamos ya más de dos décadas hablando de sostenibilidad y otros tantos en la lucha contra el cambio climático, una iniciativa iniciada por el entonces presidente norteamericano Bill Clinton. Sin embargo, los avances aún no son suficientes y la emergencia climática requiere pasar de las palabras a la acción. Los graves incendios producidos verano tras verano, no nos puede dejar indiferentes y mucho menos el grave aumento de las temperaturas. Andalucía sin duda es uno de los puntos más calientes en este contexto y desde luego tanto la consejería liderada por Fernández Pacheco, como el Ministerio liderado por Teresa Rivera están llamados a reactivar su acción y poner todo su buen hacer para que este asunto sea al fin una prioridad más allá de los discursos y de los creativos nombres de las carteras. Esta no es una cuestión de cuatro ecologistas radicales, como manifestaba el excéntrico consejero de Castilla y León, es una cuestión de supervivencia del plantea y de nuestra propia salud social e individual.

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