La cruz solidaria

31 mar 2016 / 17:00 H.

El Tribunal Supremo nos ha dado una buena noticia este mes al desestimar el recurso de la Generalitat de Cataluña contra la convocatoria de ayudas sociales con cargo al 0,7% del IRPF. El Supremo ha considerado que este programa no supone una extralimitación del Estado en sus competencias y ha salvado así un programa de ayudas, que es la columna vertebral del tercer sector de acción social en nuestro país. El sector de las ONGs se ha felicitado por ello y va a poder seguir contando con una financiación sostenida para sus programas sociales, imprescindibles más que nunca para aliviar la situación de pobreza de millones de españoles ante la crisis. La asignación tributaria del 0,7% del IRPF para fines sociales, la famosa X solidaria de nuestra declaración de la renta, se ha convertido probablemente en el instrumento de apoyo a la política social más sólido del Estado. En las últimas convocatorias se repartieron más de 200 millones de euros recaudados, a las principales ONGs de acción social de nuestro país, entre otras Cruz Roja y Cáritas, quienes se benefician en más de 20 millones de euros anuales cada una para sus diferentes programas de emergencia social. Este programa se puso en marcha por primera vez en 1988. Empezamos por destinar el 0,5% y más tarde el gobierno de Zapatero lo elevó al 0,7%, llegándose así casi a duplicar el presupuesto en los últimos años. Gracias a ello, se ha construido, por ejemplo, un gran parque residencial para personas dependientes, pero también se han impulsado otros programas de atención a jóvenes, drogadicción, empleo para personas en riesgo de exclusión, asistencia a personas sin hogar, etcétera. Todos estos programas se financian gracias a la solidaridad de los españoles y españolas y a una convocatoria del Ministerio social que ha permitido no solo atender a miles de ciudadanos sino fortalecer y profesionalizar el tercer sector de acción social. La convocatoria supone además la creación de más de 6.000 empleos remunerados directos, indirectos e inducidos. Pues bien, todo ello estaba en riesgo por un intento de la Generalitat de cambiar las reglas del juego para que este dinero se transfiera a las CC AA, aduciendo invasión de competencias. Esperemos que el tema esté zanjado jurídicamente.