La cruz del casco antiguo

Ha vuelto mayo con sus toques festivos, ha vuelto a los jardines y a las fuentes, al sonoroso son de melodía que en las aves se escucha dulcemente. Ha vuelto mayo a reír con la brisa que danza en los balcones, con la magia de su colorido desplegando mil tonos diferentes y dejando su arte en mil canciones. El canto de la dulce golondrina que despierta sonora, la rosa que ha nacido entre el suave compás del celindo, o la grata madreselva en el jardín dormido, y la tierna amapola que, pintando con su alegre sonrisa al campo con su acento lo ha vestido. Ya nacieron las claras azucenas, de jara y de romero se ha teñido la sierra. La lavanda silente exhalando su aroma, la amarilla candela presente en las encinas, la trama en los olivos, la albahaca, los lirios de los valles, los geranios en flor en las macetas de patios y balcones. Ha vuelto mayo, y mayo ha traído, un año más las Cruces a mi pueblo. Y Torredonjimeno se engalana en distintos lugares, con diferentes cruces que han llenado de colorido las calles y las plazas, las esquinas, los barrios... dejando que la creatividad susurre su sonido entre sus habitantes. Todas ellas han puesto un sabor andaluz en sus composiciones, buscando la armonía en los detalles y la belleza y el arte en sus distintas formas. Entre ellas hay una muy cerca de mi casa, que ha llamado mi atención, por la combinación de los materiales que la componen, envuelta de recuerdos y objetos que hacía tantos años que no admiraba. La cruz del casco antiguo de Torredonjimeno, es una cruz de rojos abanicos, amparada en su base con objetos de cobre, a sus pies una alfombra de sal con tulipanes morados, la acompañan vetustos materiales de un pasado que sigue vivo aún en el recuerdo y muestra el barrio más antiguo. Es un compás de silentes notas que se dejan sentir entre las flores que parece que cantan poemas de alegría. Y la cruz se levanta entre la fiesta y la tradición rodeada de sueños, de creativos momentos, de amistad, comunidad, de vida y de recuerdos. Es una armónica estructura de una bella composición, de acertado exorno y alegre colorido, dejando conquistar a los sentidos con sus formas, perfumes y latidos.