La “crisis”

Seguimos pensando que las cosas nunca van a cambiar, que, más o menos, hasta donde dejamos alcanzar el pensamiento sobre nuestro futuro, todo continuará básicamente igual. Nos encontramos ahora en una tesitura económica poco conocida para los españoles; los precios suben, qué casualidad, en las cosas esenciales de la vida (comida, luz, combustible, etcétera), y los que antes iban justos en sus economías domésticas, ahora tienen que hacer serios recortes. No se puede confiar de ningún modo en nuestros dirigentes políticos, y mucho menos en los europeos, y menos aún en los globales que nos proponen la insensatez de que en 2030 no tendremos nada y seremos felices, ¿qué maldad habrá detrás de eso? En España se impide por ley la explotación de la mayoría de nuestros yacimientos mineros; la energía que España por sí sola puede generar, el Gobierno no la quiere poner en marcha. Todo son, sin lugar a dudas, movimientos internacionales provocados por intereses económicos y de poder que no conocemos, porque esto no tiene otra explicación. Yo no soy nadie para aconsejarle, mi querido amigo lector, pero lo que sí digo, permítame, es que debemos ser prudentes en todo. ¡Que tenga un buen verano!