La clave emocional

En estos años me he cruzado con numerosas personas que habían decidido replantearse su vida profesional y después de un tiempo remando hacia el objetivo, tenían la sensación de no estar avanzando, de ir demasiado lentos o incluso sentirse perdidos. A menudo con falta de energía, de ilusión, de aquello que al principio les impulsó a comenzar ese proyecto. Esto con el paso del tiempo genera un agotamiento y una sensación de querer y no poder, que a veces nos conduce a abandonar, o al menos, no tirar con tanta fuerza como al principio. Y aquí entra, como algo que considero muy importante, ese acompañamiento que me gusta llamar “acompañamiento emocional a emprendedores”. En nuestro recorrido damos un foco casi exclusivo al propósito que nos marcamos, obviando muchas cosas que hemos ido haciendo y cómo lo hemos hecho. En esa trayectoria es habitual sentirse solo, muy solo frente a importantes decisiones, y todo, de la mano de una complicada gestión emocional y con la necesidad de adaptarnos a todo lo que conlleva cualquier decisión ya tomada, sabiendo que la cadena es imparable. Tener un gran equipo es fundamental a nivel profesional, pero no es infrecuente encontrarse solo a nivel emocional. Establecer procesos, organizar a tu equipo delegando las responsabilidades que a cada uno mejor se le da hacer, planificando qué debemos hacer el lunes, la semana que viene, el próximo año, incluso plantearse el propósito a largo plazo de convertir al proyecto en el mejor, en éste lugar y de ésta forma; todo eso está muy bien, pero, quién te acompaña en los momentos que además de saber lo que tienes que hacer y cómo hacerlo, sientas que forma parte de tu equipo a otro nivel, con sentido de pertenencia, que te apoye en los malos momentos cuando algo no sale como esperabas, y en los buenos momentos festeje contigo. Una persona que tenga la maestría de hacer que levantes la cabeza y que puedas visualizar oportunidades donde no te habías imaginado, que te ayude a conectar ideas, personas, cosas... conectar tu visión con la oportunidad. Alguien ligado íntimamente a tu crecimiento personal, a tu crecimiento profesional. A todo esto es a lo que yo llamo acompañamiento emocional.