La clase “mediatrabajadora”

Es la jaculatoria preferida del presidente, su razón de ser y dice —¿será verdad?— que gobierna en exclusiva para ella; habría que plantearse qué sea ese constructo y si existe o es una entelequia. La separación de la clase media, la burguesía de la trabajadora, obrera o proletaria siempre ha sido patente; es difícil confundir a personas de posición acomodada que viven de un trabajo o industria razonablemente retribuidos con un pequeño patrimonio —clase media—, de los trabajadores de sueldo bajo —incluso mileuristas—, los parados de larga duración, jóvenes sin empleo, prejubilados y pensionistas de exiguas pagas. En España el umbral de la pobreza es alto, por tanto, al menos ese límite es la clara divisoria. Juntos o separados están protegidos, son presa fácil —impuestos indirectos y trabajo— de la voracidad fiscal del gobierno. El palabro es un recurso más para engañar y manipular de quien busca más el efecto del léxico y la exclusión que llevar a cabo una recta gestión pública que tienda a crear trabajo y oportunidades para el bienestar de todos los ciudadanos. Solo busca mantenerse en el poder, hacer oposición a la oposición mientras permite a sus socios hacer ingeniería social.